sábado, 28 de marzo de 2009

DUDAS RAZONABLES





Un sábado vespertino, Laura se sentía triste, acongojada, hecha un mar de dudas sobre su vida, su persona y su futuro.

Durante los últimos años, Laura leyó diversos manuales de autoayuda, consultó psicólogos e hizo distintas terapias, creyendo erróneamente que los demás tenían la clave para solventar sus miedos, inseguridades y recelos, en una infructuosa búsqueda del DORADO-LA FELICIDAD.

Cierto día, Laura decidió cambiar el rumbo de su vida, no todo de golpe, sino paulatinamente, en pequeñas dosis, pues al igual que las tomas de las medicinas, algunas pócimas y giros en la vida son difíciles de digerir.

Laura siempre fue una persona insegura, débil, con la autoestima no muy alta, si bien ella anhelaba ser todo lo contrario, cuando se miraba al espejo por las mañanas, la visión no le convencía y tenía la sensación de que no era digna de ser querida por nadie, desde pequeña se sintió acomplejada y al llegar a la madurez el panorama no cambió mucho y ello unido a una buena dosis de malos tratos emocionales, dio como resultado una muñeca emocionalmente destrozada y llena de contradicciones.

Por fortuna, siempre hay buenas personas que se cruzan en el camino, que te ayudan y ésto unido a la fuerza y resolución de nuestra protagonista, optó por dejar de lamentarse cual plañidera de una tragedia griega y ponerse manos a la obra, ella nunca fue débil (ésa es una de las pocas cosas que valoraba positivamente de sí misma) y odiaba la debilidad.

Optó primeramente por tomar distancia y mirar a su entorno, ver las personas, sus conductas, su aspecto, escrutando cada elemento como un científico mira por el microscopio en el laboratorio.

Seguidamente, se dijo: bueno, nadie es perfecto ni física ni emocionalmente, todos cometemos fallos y tenemos imperfecciones, aunque en los medios de masas nos “vendan la moto contraria”, el que quiera que la compre, para Laura el período de saldos y rebajas había concluido y era hora de ponerse manos a la obra para reafirmarse.


Una vez adoptada la anterior determinación y dotada del espíritu positivo y reformador que algún “Duendecillo anónimo y benefactor” le había transmitido, reflexionó acerca de la pena que por si misma había sentido anteriormente, sus complejos y dudas, ahora era los suficientemente madura y fuerte para reírse de ello y adoptar un espíritu crítico, ya nadie tendría las riendas de su vida, sólo Laura era la dueña de su destino y vestida con el atuendo recién adquirido esta misma temporada de Primavera de SUPERWOMAN, salió a la calle a comprobar in situ el cambio que producía en los demás su nuevo MODELITO.


Pasaron los días y Laura notó que las personas la miraban de forma diferente, la trataban con respeto y cariño, llegando a la conclusión de que quizás siempre fue la misma mujer que ahora, salvo en un importante punto, todos sus miedos anteriores estaban en su cabeza, pero la esencia de la nueva mujer siempre estuvo muy dentro de ella, tan sólo le hacía falta un pequeño empujón para manifestarse, tal como ocurrió.


Alegre por su cambio, Laura salió de su letargo para enfrentarse con decisión a las nuevas temporadas que el destino pusiese en su camino, eso sí, siendo siempre consciente de que las riendas de su vida siempre las llevaba ella y de que nunca más se dejaría amedrentar por nada ni nadie, sólo ella tenía la llave de su futuro y su felicidad.

1 comentario:

LA CALLE VACÍA dijo...

No hay que mirar ten minuciosamente todo, hay que soltarse y dejarse llevar por la vida, fluir como un rio hasta llegar al mar. Por fin puedo responderte guapa, esto parece que funcionaaaaaaaaaaaa. Un besoteeeee