viernes, 5 de junio de 2009

LAS INCONGRUENCIAS DE LA MORAL ECLESIÁSTICA


Hace pocas fechas, la semana pasada concretamente, aparecieron en prensa diversas perlas publicadas por altos mandatarios de la Sta. Madre Iglesia, concretamente uno de ellos era Mr. Rouco Varela, en esas declaraciones y artículos se hacía referencia a la polémica suscitada en torno a si eran punibles los abusos a menores cometidos por la Iglesia en Irlanda y se comparaba su gravedad con el aborto y la regulación que de la misma pretende hacer el Gobierno.

En este sentido, justificaba como un “mal menor” la pederastia frente al aborto, pero yo me pregunto ¿Cómo pueden ser tan hipócritas de justificar semejante conducta vejatoria para las pobres criaturas, que les va a traumatizar de por vida, frente a una hipotética ampliación de los supuestos de aborto? ¿Acaso no son conscientes de que ambos supuestos no son comparables en gravedad, si bien ambos son deleznables, dado que el bien jurídico protegido en ambos supuestos es distinto? léase en un caso la vida humana y en el otro la libertad sexual.

Y no contentos con la anterior salvajada doctrinal, ahí va otra de las suyas, se supone que la Iglesia defiende el DERECHO A LA VIDA en todas sus vertientes, cómo es posible que esté condenando el aborto y por otro lado proceda a condenar el uso de preservativos en el continente africano, si de este modo se pueden salvar vidas evitando el SIDA?, que yo sepa en ambos casos lo que se tutela es el derecho a la vida humana, no me vendan dobles morales y apliquen diferentes raseros en uno y otro supuesto, pues de lo que se trata es de salvar vidas y no de moralizar de forma hipócrita.

El tercer comentario en breve periodo temporal que levanta asimismo ampollas, es el referente a la justificación de la despenalización del delito de violación con la intención de quitarlo del código penal, todo ello justificándolo según la Iglesia en la necesidad de evitar la vanalización del sexo y en la regulación del uso de la píldora postcoital, de modo que si no se practica el sexo con la finalidad de continuidad de la especie según la Iglesia estipula, y se usa de forma ociosa y para dar placer , tampoco tiene sentido considerar la violación un delito sino una mera agresión sexual de menor gravedad y trascendencia, pero ello no debe extrañar toda vez que hasta hace pocas fechas la Iglesia aceptaba la violación dentro del matrimonio como algo tan normal.

¿Acaso en la Biblia dijo Cristo alguna mención sobre el uso del sexo en el sentido que lo manipula la Iglesia para su interés? Os aseguro que en absoluto aparece ninguna mención en ese sentido.

En resumen, después de leer estas 3 perlas eclesiales no me explico cómo aún quedan fieles seguidores de su doctrina, espero por el bien de todos que la Iglesia sepa rectificar a tiempo su errónea e hipócrita doctrina y proceda a adecuarla a la realidad de los tiempos presentes y las necesidades de la sociedad.

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